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  LAS COMPETENCIAS DEL ORIENTADOR
 

LAS COMPETENCIAS  Y FUNCIONES DEL ORIENTADOR

En primer lugar me gustaría comenzar este espacio destacando qué es la orientación educativa, de esta forma Rodríguez y Forns señalan que es un proceso paralelo al mismo proceso educativo, cuya función central será la de adelantarse a los problemas, es decir, la prevención. El orientador debe estudiar al alumnado, así como sus posibilidades y la adecuación de las exigencias y contenidos escolares a su capacidad operatoria. De la misma forma, estudiará y analizará el fracaso escolar, buscando las causas de éste. Finalmente, centrará su atención en el examen de las estructuras grupales de la clase considerada como totalidad, analizando el tipo de comunicaciones que se establecen entre las diferentes partes. (Rodríguez y Fons, 1977)

Al orientador u orientadora en el ámbito educativo se le asignan un conjunto de actividades destinadas a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. No obstante, se debe decir que como ya señalaron Shertzer y Stone en 1971, las funciones de un orientador diferirán de las de otros, según el contexto de trabajo, su personalidad, su formación y su experiencia.

Con todo ello, Lidia E. Santana Vega señala que a los equipos de orientación educativa y psicopedagógica se les atribuyen las siguientes competencias:

-          Estimular la colaboración e intercambio de experiencias intercentro para que éstas no se agoten en sí mismas.

-          Garantizar la coordinación funcional de los departamentos de orientación de los distintos centros del sector.

-          Participar en acciones educativas de diseño e implantación de diferentes proyectos o programas, innovación y experimentación educativa, difusión y debate curricular…

-          Colaborar en la elaboración del Proyecto Educativo del Centro (en sus aspectos curriculares).

-          Colaborar en las adecuaciones o adaptaciones curriculares para los alumnos o grupos de alumnos que lo precisen.

-          Asistencia y apoyo técnico de carácter didáctico, organizativo, psicológico y sociológico.

-          Asesoramiento técnico al profesorado sobre: organización y agrupamiento de alumnos, desempeño de la función tutorial, metodologías didácticas innovadoras, etc.

-          Orientación al alumnado para la transición (de una etapa a otra, de un centro a otro).

-          Intervención psicopedagógica ante las dificultades y problemas de aprendizaje complejos y específicos.

En conclusión y a modo de resumen, el orientador psicopedagógico debe desempeñar diversas funciones:

·         Por un lado, debe desempeñar una función programadora: su acción debe estar planificada y seguir un orden, sin caer en la inflexibilidad y rigidez.

·         Tiene que llevar a cabo la función de diagnóstico, para detectar los problemas y proceder a la orientación y ayuda.

·         Tiene una importante función informativa, dirigida tanto a padres como a profesores o familiares entre otros.

·         Es fundamental la función de asesoramiento, para facilitar así la mejora de la calidad educativa y favorecer la prevención y solución de los posibles problemas detectados en el ámbito educativo.

·         Además, se debe señalar la función de intervención, ya que el orientador es competente para mediar en el cambio o prevención.

·         De la misma forma lleva a cabo una función evaluadora y de control.

·         Finalmente, destacar la función de coordinación y mediación.

De la misma forma,  José Miguel Nieto y Francisco Botías coinciden al subrayar que entre las competencias del orientador están:

·         La orientación educativa de alumnos: detección de dificultades de aprendizaje y planes de recuperación.

·         El asesoramiento a profesores.

·         La información escolar y profesional (dirigida a padres, alumnado y profesorado).

·         Las propuestas de investigación (estudios y trabajos psicopedagógicos): estos estudios y trabajos psicopedagógicos deben ser un apoyo y ayuda técnica a la labor docente, ya que a través de los mismos el profesorado puede extraer pautas de acción.

En conclusión, al orientador (o  a los equipos de orientación) se le atribuyen diferentes funciones, todas ellas encaminadas a mejorar la situación educativa y la adaptación del alumnado al proceso de enseñanza-aprendizaje. El orientador debe intervenir cuando detecte alguna dificultad en el ámbito escolar, pero sobre todo debe actuar para prevenir toda posible problemática. Debe ejercer como mediador entre profesores, alumnos y familias, así como asesorar y orientar a las distintas partes afectadas.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

NIETO, J.M. y BOTÍAS F. (2000): “Los equipos de orientación educativa y psicopedagógica. El asesoramiento a centros escolares desde un análisis institucional”. Ariel Educación. Barcelona.

 

SANTANA VEGA, Lidia E. (2007). Orientación Educativa e intervención psicopedagógica. Cambian los tiempos, cambian las responsabilidades profesionales. Madrid: Ediciones Pirámide.

 



 
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